jueves, 13 de enero de 2011

Perfiles en redes sociales: ¿pero quién es quién?

Una pequeña muestra tomada al azar y algo modificada de las perlas que uno puede encontrar entre las descripciones que muchos hacen de sí mismos en las redes sociales de contacto gay, representa la tendencia existente en este campo:

Juan: 27 años; 1’80 m; 19 cm; ‘musculado’; lector insaciable; muy cariñoso.
Killako: 35 años; 19 cm; complexión estándar; ‘moreniko y enrollao’; algo burrote pero buena gente; pinta malote; busco tíos de barrio ‘garruletes’ y pelaos.
Marco Antonio: 32 años; 1’75 m; 20 cm; cuerpo atlético; sensible; amante de la música; muy buen amigo; honesto.
Xandal: 37 años; 1’74 m; 18 cm; delgado; cinéfilo; sincero; busco bomberos, camioneros, culturistas, ‘makarras’, obreros y policías.

Analizándola en profundidad, podemos observar como ninguno pasa de los 37 años; todos miden más de la media (1’70 m); el pene también está por encima de la media (15 cm); la complexión física siempre inmejorable, nunca gordos; todos tienden a ser sensibles, buena gente, honestos, sinceros y buenos amigos y algunos se atreven a informarnos de cuáles serían sus hobbies (melómanos algunos y cinéfilos otros), al mismo tiempo que sus apetitos sexuales al buscar ‘garrulos pelaos’ o bomberos y policías.

¿Pero vamos a ver una cosa? ¿Quién es tan inocente para creer que estáis tan buenos, sois tan eruditos, sinceros y buena gente? Siento ser yo quien os lo diga, pero si creéis lo que habéis escrito es que sois una panda de impresentables descerebrados, ignorantes y egocéntricos. No es de extrañar. Evidentemente, si en tu perfil indicas la verdad, es decir, que tienes más de 47 años; mides alrededor de 1’59 m; con micro-pene; gordo y peludo; que nunca has abierto un libro y con muy mala hostia, todo el mundo pensaría en ti como en un viejo-enano-cabrón, lo peor que puede pasarte en este esclavo mundo de la imagen gay. Este hecho dejaría el recuento de visitas a tu espacio a menos cero si es que antes no te la borran. Tan mala imagen sería inaceptable en ciertas páginas.

Una de las principales utilidades de Internet siempre fue y sigue siendo la de mentir bellacamente creándote vidas paralelas protagonizadas por un alter ego que cuenta con las características que siempre quisiste tener y de las que tanto se aleja tu fenotipo. El rubio quiere ser moreno, el bajito alto, el demasiado alto más bajito y el de tamaño medio de pene con tremendo miembro entre sus piernas. Hasta ahí todo bien, aunque denote el alto grado de insatisfacción existente en esta sociedad. Lo que no tiene perdón es perder la perspectiva y llegar a creer que realmente eres tal como describes o, al buscar a alguien, ser tan ingenuo para pensar que ese chico tan interesante es lo que encontrarías al verlo cara a cara.

Por tu bien, déjate de tonterías virtuales. Sal de tu pueblo para lucirte tal y como eres. Alguno habrá que te guste y al que gustes tal y como sois sin necesidad de mayores parafernalias.

Fuente: http://www.whattoseeinlisbon.com/es/redes-sociales/

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