jueves, 13 de enero de 2011

Mentiras camufladas en forma de ciencia. El Temita

SINOPSIS

Intentemos no ser tan borregos. Dejemos de hablar con las mismas pausas con las que aprendimos a hacerlo viendo la tele. Nuestra opinión no es tan nuestra si copiamos la del mismo puño que escribe todas las noticias. Leamos, viajemos y pensemos más. No es lo más fácil, pero quizá sí lo más liberador.

Mentiras camufladas en forma de ciencia. El Temita

Si la religión antes era lo único verdadero, hoy la ciencia ocupa el lugar de la verdad. Si las iglesias se encuentran cada vez más desoladas, hoy no cabe ni un solo feligrés en los múltiples foros científicos. Antes, ser científico era sinónimo de respondón hereje. Hoy significa ser dócil fiel a los cánones marcados por vigentes paradigmas. El debate científico era candente, pero, cansinamente, hoy sólo se escucha hablar de lo mismo. En muchas de las inferencias científicas se parte de corolarios que, por ser supuestos, conducen a graves errores acumulativos. La ciencia hoy es una religión en la que, como en cualquiera de ellas, o tienes o no tienes fe. El poder manipulador de la religión ya ha sido utilizado como instrumento adoctrinador a lo largo de nuestra historia. Con la ciencia no podíamos esperar algo distinto.

La ciencia vende mucho más de lo que nunca consiguió ninguna religión. El poder mediático le permite arrasar fronteras con mayor rapidez y eficacia. La secularización, que antes costaba muchísimo tiempo y trabajo, hoy se consigue de un solo golpe y porrazo en preparados escenarios televisivos. Las hondas no tienen barreras y, por si fuera poco, la palabra del nuevo dios se pregona en prestigiosas revistas científicas. Esas en las que sus agentes, sospechosos médicos y sus casas farmacéuticas, se esfuerzan a más no poder en la eficacia, rapidez y poca claridad del mensaje. Las vírgenes y los diablos ya no se nos aparecen, pero sí surgen nuevos enemigos, pandemias y epidemias sacadas de la manga. De esa misma manguera también brotan las milagrosas tecnologías tan necesarias y los sobresalientes científicos libertadores.

Sin irnos lejos en el tiempo, ¿qué fue eso de la gripe del cerdo?, ¿qué de la del pollo?, ¿qué nos quieren hacer creer sobre el cambio climático?, ¿tan locas estaban las vacas?, ¿se puso del revés el mundo tras el temido efecto 2000?, ¿ya nos hemos caído por el agujero aquel de la capa de ozono?, ¿qué manos negras están detrás de la pirámide de la nutrición?, ¿y de la investigación en el campo del cáncer o del SIDA? En todo esto hay algo que huele a chamusquina. Aquí hay gato encerrado y su desesperado maullido se escucha por doquier.

Algunos aprendieron rápido que el hombre es animal de mitos. Pues démosle mitos. A las contrarias voces es fácil ensordecerlas con ruido. Para ruido el que los medios hacen. Hoy se trataría más de una cuestión de decibelios y no tanto de veracidad. Finalmente, el que más grita más razón lleva porque te lo podría contar más claro, pero nunca más alto.

No por viajar estarás libre de la ponzoña, pero te hace libre al forzarte a escuchar voces lejanas. Entre ellas atiende a las ensordecidas. Las amplificadas por megafonía ya llegan solas y con facilidad sin necesidad de sacar el pie de tu tan manido barrio.

Fuente: http://www.whattoseeinseville.com/es/mentiras-camufladas-ciencia/

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